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La popularización actual de la fotografía presenta dos caras diferenciadas. Por un lado, las posibilidades crecientes de publicación y divulgación, en buena parte basadas en los recursos del web 2.0, permiten como nunca hasta ahora compartir el viaje, conservar los vínculos con los compañeros de viaje sin las limitaciones clásicas de los factores del tiempo y el espacio. Por otro lado, las innovaciones en los dispositivos fotográficos y las mejoras en los programas y equipos de tratamiento fotográfico ofrecen unas posibilidades de obtener resultados brillantes que no hace demasiados años eran casi exclusivos de los aficionados avanzados.
Una visión simplista podría llevar a concluir que la disminución de las dificultades clásicas de la fotografía que resulta del advenimiento de la tecnología digital aplana definitivamente la tarea del fotógrafo. Las mejoras en los automatismos del tratamiento de la luz, los dispositivos electrónicos de enfoque, tantos y tantos adelantos técnicos facilitan obviamente la toma de fotografías. Pero la capacidad de desarrollar un estilo personal, la visión particular que cada fotógrafo tiene del mundo, es algo que depende de la persona y que en todo caso los adelantos técnicos facilitan pero en ningún caso sustituyen.
El viaje es una oportunidad para el fotógrafo, una posibilidad para vivir nuevas experiencias, conocer otras culturas, captar paisajes insospechados o reflejar ambientes de ciudad distintos a los que le son habituales. El fotógrafo puede viajar por un puro interés personal, por la motivación de obtener imágenes que no dejen sus álbumes, presentaciones audiovisuales o su web. Pero también puede ir en busca de fotografías que quizás formarán parte de exposiciones u otros tipos de proyectos personales.
Durante el curso se pretende relacionar los conocimientos fotográficos con las necesidades que en este sentido se derivan del viaje. El descubrimiento de las tramas urbanas, la aplicación de la composición en el paisaje de las ciudades o de los grandes espacios abiertos, la naturaleza o el impacto de otras culturas son temas relevantes cuando el viajero coge una cámara para reflejar su experiencia. Por otra parte, el fotógrafo es la persona que refleja lo que ve en la luz, sensible a los cambios, capaz de tratar y manipular la luz.
Contenidos
1. El proyecto personal en fotografía
1.1. El viajero y el fotógrafo
1.2. El fotógrafo siempre atento a la luz
1.3. El proyecto personal
1.4. Los nuevos usos de la fotografía digital
2. La cámara fotográfica, testimonio de las realidades urbanas
2.1. ¿Qué busca el viajero en las ciudades?
2.2. El paisaje urbano y la composición de las imágenes
2.3. La profundidad en las imágenes
2.4. La luz en las ciudades
- Fotografiar en días soleados o en días nublados
- La luz al atardecer y de noche
2.5. La fotografía, una ventana indiscreta de los ambientes urbanos
- El foco selectivo
- Simplificar
- Relacionar
- Abstraer
2.6. Los museos
3. El viaje a culturas ancestrales
3.1. La atracción de las otras culturas
3.2. ¿Un pasado real o un pasado con forma turística?
3.3. El fotógrafo y sus personajes
3.4. Recortar al sujeto, cambiar el fondo
3.5. Buscar el momento o construirlo posteriormente
3.6. Vertical o apaisado
3.7. El foco selectivo
3.8. Color o blanco y negro
3.9. Luz ambiente, ruido y flash