Objetivos del curso
• Sensibilizar los actores responsables de la atención de estudiantes con características diversas, en el marco de la inclusión educativa.
• Proporcionar a los diversos actores información y conocimientos psicopedagógicos que le permitan reconocer en los niños, niñas y jóvenes aptitudes sobresalientes, altas capacidades y talentos, identificando sus necesidades educativas especiales en el contexto educativo, social y familiar, así como los recursos educativos necesarios para intervenir en el contexto escolar regular.
• Generar espacios de reflexión sobre las prácticas pedagógicas desarrolladas históricamente con las poblaciones vulnerables y el enfoque inclusivo de siglo XXI
• Reflexionar, sobre la heterogeneidad, poblaciones vulnerables, y la escuela abierta a la diversidad.
• Valorar la diferencia, como una realidad que promueve la investigación, la formación permanente y el respeto al derecho de una educación con calidad.
• Comprender el currículo, como un sistema flexible, que debe favorecer las experiencias de aprendizaje de los estudiantes con características diversas y en contextos normalizados (incluidos)
• Reflexionar a cerca de las características diversas de los estudiantes, a fin de diseñar estrategias contextualizadas.
• Proponer adecuaciones curriculares que favorezcan el desarrollo integral de los estudiantes con características diversas ya sean desplazados, grupos de frontera, pobres, población en condiciones de discapacidad y capacidades excepcionales, población en condición de riesgo social y las etnias.
Contenido
El fin ultimo de los procesos de cualificación docente debe ser el ajustarse al acelerado desarrollo científico y tecnológico y a la llegada de nuevos y variados cambios en el contexto social, que anuncian sin lugar a dudas, compromisos desde diversos ámbitos a las escuelas y docentes como entes e instancias comprometidas con la producción - distribución del conocimiento, variable relevante en la reorganización sociocultural y materia prima para las interacciones y comprensión de la realidad por parte de los sujetos. Estas condiciones implican necesariamente, la asunción de verdaderos compromisos –por parte de los implicados- que permitan superar la intuición y la simple información por la búsqueda de formadores responsables de la calidad de los aprendizajes. Se aspira a que se desplieguen nuevos roles y se asuman con mayor grado científico y pertinencia la formación de los profesionales.
En este sentido, y en atención al Decreto 366 de febrero de 2009, la inclusión educativa es un tema de obligatoriedad en la formación de un docente, con miras a la atención de la diversidad en especial aquella que implica la atención a la discapacidad. Dicha formación debe aportarle al maestro herramientas que le permitan orientar la educación hacia los principios de individualidad, igualdad, participación, justicia (derechos y deberes) y libertad. Aquí el docente debe planificar y desarrollar actividades curriculares abiertas y flexibles las cuales potencialicen los logros y motivaciones de los estudiantes basándose en las necesidades y características de cada uno de estos; centrados en el compromiso con la multiculturalidad y los grupos minoritarios.
Otro aspecto que justifica la implementación del diplomado es el relacionado con los maestros de las escuelas que forman parte del proceso inclusivo que se intenta implementar en el país; según el informe IDRM (2004) los maestros carecen de preparación suficiente para asumir el reto de incluir a los alumnos con discapacidad. Se dispone de escasos recursos materiales, espacio físico limitado y pocos recursos humanos calificados para prestar el servicio.[1] Actualmente, cada Secretaría de Educación territorial ofrece programas de capacitación de acuerdo con las necesidades de sus docentes. Si el tema de atención educativa de niños con limitaciones surge como necesidad de formación en un determinado departamento o municipio, el comité de capacitación de docentes la atiende. Las instituciones educativas que atienden a estudiantes con discapacidad deben contar con un docente de apoyo para guiar y apoyar al núcleo familiar de estos estudiantes.[2] Además, las escuelas deben ser accesibles;[3] aunque, según el Ministerio de Educación, el porcentaje de escuelas accesibles era inferior al 20% para el año 2003. Hallándose que la mayoría de estas escuelas se encuentra en las ciudades grandes y sólo pocas en las ciudades pequeñas.[4]
Por otra parte, el porcentaje de estudiantes al año 2002 de las escuelas públicas que tienen alguna discapacidad es del 0,32%; es decir que de 11.781.161 estudiantes cubiertos en el sistema educativo en Colombia, 38.000 son estudiantes con discapacidad.[5] Por tanto según estas estimaciones moderadas, podrían existir alrededor de 450.000 niños y niñas con discapacidad excluidos del sistema educativo.[6] Estos datos brindan una aproximación al número de niños que requieren de una intervención especializada a nivel educativo en el ámbito de lo nacional; de los niños con discapacidad que durante el año 2004 asisten a la escuela, 30.000 están en primaria y 8.000 en secundaria. Aproximadamente el 80% de los alumnos recibe educación inclusiva y el restante 20% recibe instrucción en clases especiales dentro de la escuela común o regular.[7]
Luego entonces se debe pensar en la reconfiguración de una Educación Inclusiva, la cual requiere de docentes investigadores, sensibles, abiertos, comprometidos al cambio y conscientes de la heterogeneidad en género, cultura, estilos de aprendizaje, capacidades intelectuales; capaces de diseñar, ejecutar y promover acciones desde su quehacer pedagógico, que favorezcan el desarrollo integral de los niños y jóvenes en el reconocimiento de sus diferencias.
Por tanto el maestro debe ser un conocedor de todas aquellas estrategias que le permitan incluir en el aula de clases educandos con una multiplicidad de características no solo relacionadas con su cultura sino con sus estilos y ritmos de aprendizaje; por tanto es menester del maestro reconocer las necesidades educativas especiales y especificas de los mismos.
El docente que trabaje con esta población debe partir de las habilidades y destrezas que poseen los niños, niñas y jóvenes para cambiar la visión que se tiene de trabajar a partir del déficit (diagnostico) y así potencializar en estos niños otros contextos, propios de su interacción y desarrollo, como el escolar, familiar y social.
La reflexión en torno al desarrollo de las competencias pedagógicas que caracterizan el trabajo docente, se centra en aspectos relacionados por un lado con el dominio disciplinar en las asignaturas en que este se desempeña y por otro con el saber pedagógico particular que permite direccionar las finalidades y acciones educativas en los espacios de formación estas razones permiten advertir que el desarrollo didáctico en el plano del aprendizaje incluye todos los aspectos relacionados con los procesos de instrucción, definición de propuestas estratégicas, sujetos de aprendizaje, evaluación, investigación, y en este contexto de cualificación en particular las adaptaciones, reformulaciones y redefiniciones en cada caso, en fin, con el conjunto de prácticas sociales que definen el cómo enseñar para llegar luego a potenciar las capacidades cognitivas de los sujetos de aprendizaje atendiendo a sus necesidades y especificidades centradas en las diferencias en estilos y ritmos de aprendizajes, diferencias lingüísticas, étnicas y religiosas así como la identificación de dificultades entre otras.
La formación pedagógica en esta área, no solo le da identidad al maestro como Inclusivo, sino que le brinda las herramientas conceptuales y operativas que hacen de su práctica un ejercicio mediado por el saber, la flexibilidad y la teoría, alejándose de prácticas mecánicas y excluyentes que son producto de una experiencia no reflexionada y repetitiva, una práctica ciega.
Todo lo anterior atiende lo expuesto en al articulo 8 del decreto 0709 de abril 17 de 1996, en donde se reglamentó el desarrollo de programas de formación de educadores y se crean condiciones para su mejoramiento profesional, así como a lo establecido en la presente convocatoria ajustado a los objetivos y los requisitos de nuestras dinámicas curriculares del programa, en términos de contenidos, tiempos que deben acreditar los profesionales de la educación. Es así como la CORPORACIÓN UNIVERSITARIA RAFAEL NÚÑEZ reúne los requisitos que en dicho decreto aparecen.