Título que otorga: Magíster en Humanidades y Teología Nivel de formación: Maestría - 4 semestres - Presencial Lugar de desarrollo del programa: Manizales. Presencialidad: Un encuentro presencial cada 20 días (viernes 3:00 p.m. - 9:00 p.m. y sábado 8:00 a.m. - 6:00 p.m.)
Registro Calificado: 21909 del 22 de noviembre de 2016 por 7 años - SNIES: 106021
Sobre el programa:
La Maestría en Humanidades y Teología es un programa de posgrado de la UCM que se presenta como un proceso de generación, transferencia, apropiación y aplicación del conocimiento inter y trans disciplinar entre los campos de las ciencias humanas y teológicas.
La maestría quiere ofrecer unos elementos que permitan al estudiante profundizar en las diversas maneras de enfrentar la pregunta por el hombre y ponerla en diálogo con la respuesta de la fe cristiana, para construir en dialéctica una visión cada vez más asertiva para la solución de los problemas del hombre y su contexto.
El proyecto de Maestría en Humanidades y Teología, interesada por los temas del hombre contemporáneo, por sus potencialidades de desarrollo humano, por la trascendencia, se vuelca ahora a indagar y a develar las partes engañosas de la globalización, de la sociedad del conocimiento, de las sociedad en red, para dar paso a una lectura más reposada de la dimensión humana, desde las necesidades del hombre y, sugerir nuevos dominios cualitativos subyacentes en la trascendencia misma de su humanidad, para que logre nuevos aprendizajes competenciales con los cuales abordar las contingencias del entorno y gestionar las emociones, las relaciones éticas y morales.
Los propósitos de formación, las competencias propuestas y el plan de estudios previsto, así como los intereses investigativos en la Maestría en Humanidades y Teología, se nutren del enfoque socio-cultural, donde tienen una fuerte presencia, para construir nuevas referencias epistemológicas que sean de ayuda en la resignificación de nuestra cultura.
¿Por que elegir este programa en la UCM?
La Maestría en Humanidades y Teología, es la única en el país que propone este diálogo inter y transdisciplinar de saberes. Permite poner de nuevo la pregunta sobre lo humano del ser humano, para establecer cuál sería el proceso de desarrollo humano pertinente, e incluye en la perspectiva de esta construcción, la trascendencia. Es decir, hace la apuesta por un humanismo integral.
La pregunta por lo humano ya no es sólo una pregunta filosófica, sino una pregunta cultural y teológica: “Es un humanismo pleno el que hay que promover. ¿Qué quiere decir esto sino el desarrollo integral de todo hombre y de todos los hombres? Un humanismo cerrado, impenetrable a los valores del espíritu y a Dios, que es la fuente de ellos, podría aparentemente triunfar. Ciertamente el hombre puede organizar la tierra sin Dios, pero «al fin y al cabo, sin Dios no puede menos de organizarla contra el hombre. El humanismo exclusivo es un humanismo inhumano». No hay, pues, más que un humanismo verdadero que se abre a lo Absoluto, en el reconocimiento de una vocación, que da la idea verdadera de la vida humana. Lejos de ser norma última de los valores, el hombre no se realiza a sí mismo si no es superándose. Según la tan acertada expresión de Pascal: «el hombre supera infinitamente al hombre» (Populorum Progressio 42; CiV 16, 18‐19, 78).
El programa de Maestría propone constituirse en espacio de renovación y actualización del conocimiento en Humanidades y Teología. “Se trata de dos áreas del conocimiento con enfoques curriculares, epistemologías, métodos y perspectivas propias” claro que si, como cualquier área del conocimiento; pero la propuesta consiste en un ejercicio de inter y trans-disciplinariedad que es el nuevo modo de hacer ciencia según los más preclaros exponentes de la “Teoría del conocimiento científico” o epistemología. Son dos áreas del conocimiento que convergen en un elemento común el “ANTHROPOS” objeto común a las Ciencias Humanas (historia, artes, literatura, filosofía, teoría de las religiones y Teología) y por supuesto a las Ciencias Sociales (La economía, el derecho, la política, sociología).
El equipo académico que realiza la propuesta quiere establecer un área de conocimiento inter y transdisciplinar, que desde la teoría emergente científica, proporcione a este “nuevo objeto” una “nueva metodología” que derive en una nueva perspectiva epistemológica. Queremos poner a dialogar “las tradiciones académicas de cada una de ellas”, para responder no a nuestra intuición, sino a una exigencia permanente de la Iglesia Católica explicitada en el documento “Ex corde ecclesiae” (1990); Constitución apostólica de Juan Pablo II que expone como la “Naturaleza” de las Universidades Católicas: el diálogo permanente entre el conocimiento obtenido por la razón (racionalidad científica) y el conocimiento obtenido por la fe (racionalidad teológica).
Ese nuevo campo de conocimiento, intersección entre las humanidades y la teología, puede parecer como la unión de la “contradicción” como el “tercero incluido”. Es precisamente este “tercero incluido” el que viene propuesto por Nicolescou en el manifiesto “La transdisciplinariedad” (París, 1996), allí en el subtítulo: “Un palo tiene siempre dos puertas” presenta la argumentación y termina proponiendo un nuevo humanismo: “Hacia un nuevo humanismo: El transhumanismo”.
“Un mundo a la espera.
¿A la espera de qué? Nadie lúcido puede decirlo con certitud”.
Tercero incluido que autores como Pavel A. Florenskij, celebre matemático y filósofo ruso, en su libro: “La columna y el fundamento de la verdad” (1917) en donde para tender un puente entra la fe y la razón, la ciencia y la fe, Atenas y Jerusalén, corrige desde la matemática el principio euclidiano de Identidad y concluye en la necesidad del tercero incluido, por la superación de la contradicción. O maestros occidentales como Claude Bruaire (Francés) desde su dialéctica ternaria y el científico Norteamericano Charles Sanders Pierce, quien de su teoría de la “Tercereidad”, explican la reconciliación de los opuestos en una nueva realidad.
Encontramos, entonces, en el nuevo modo de concebir la ciencia, un escenario de inter y transdisciplinariedad propicio para poner en diálogo“dos áreas de conocimiento diferenciadas por las tradiciones académicas de cada una de ellas”.
Ese nuevo escenario, innovador, es un terreno o campo del conocimiento que según Werner Jaeger, en su libro “Humanismo y Teología” (Trad. en español, 1964) que sirve como Denominación de nuestro programa, es un campo “cultural” de diálogo entre el helenismo y el cristianismo.
Plan de Estudios.
1
Teología, humanidades y contemporaneidad
Identidad UCM
Teologías, culturas y narrativas
Electiva I
Investigación en ciencias humanas y teología
2
Diversidad humana e interculturalidad
Interacción social y religión
Electiva II
Métodos emergentes de invetigación
3
Ética del desarrollo humano
Ecología humana y espiritualidad
Electiva III
Diseño y técnicas de la investigación
4
Realidad latinoamericana y doctrina social
Teología pastoral
Pragmática del sentido: proyecto de investigación
Total créditos: 48
Electiva 1:
Teología del pluralismo religioso
Humanismo y humanismo
Electiva 2:
Democracia y convivialidad
Contemporaneidad y subjetividades
Electiva 3:
Sujeto, espiritualidad y cultura
Teología contemporanea
Nota: Los estudiantes de la Universidad Católica de Manizales deben acreditar suficiencia en inglés como lengua extranjera como requisito de grado de acuerdo con los criterios en la Reglamentación de Lengua Extranjera
Perfil del Graduado.
El magíster en Humanidades y Teología es un profesional que gesta procesos de desarrollo humano, social y cultural mediante la articulación de las dimensiones antropológica, religiosa y teológica, integrando las humanidades y la teología en perspectiva de la transformación social y cultural que requiere el país para construir una sociedad plural, justa, humana, solidaria y libre que contribuya a consolidar el proyecto humano en Cristo.
Por la investigación aplicada y el estudio de caso, identifica y promueve la solución de problemas y el análisis de fenómenos socioculturales, que pueden ser intervenidos desde el campo de las humanidades y la teología. Dando cumplimiento a los establecido en el Art. 24 decreto 1295 del 2010.
El magíster en Humanidades y Teología adquiere las siguientes competencias:
Posee una formación científica, interdisciplinar, humanística, ética y trascendente.
Demuestra conciencia, responsabilidad y compromiso social, para ayudar a construir comunidades solidarias que trabajen por el desarrollo humano, el bienestar común y la justicia social.
Orienta su pensamiento, decisiones y acciones desde principios éticos universales lo que le permite asumir una postura crítica y reflexiva frente a la realidad para su estudio, análisis e investigación, con el fin de generar propuestas de intervención que promuevan la transformación socio cultural, el fomento de la espiritualidad humana y de los valores deseables en una sociedad diversa, multicultural, plurirreligiosa incluyente, democrática y participativa.
Lidera proyectos de intervención en perspectiva de la construcción de una sociedad democrática y participativa que se compromete con la inclusión y la equidad social.
El magíster en Humanidades y Teología:
Se apropia de conocimientos, competencias, actitudes y valores para desempeñarse en:
Alta dirección académica en universidades, seminarios y centros de formación eclesial y ecuménica.
magísterio Pastoral humanista y teológico.
Investigación en el campo de las humanidades y la teología.
Docencia universitaria en humanidades y teología.
Docencia en la educación básica y media en el área de humanidades, ética y religión.
El liderazgo de dependencias dedicadas a la proyección social en instituciones de educación superior, seminarios mayores, instituciones religiosas y del sector empresarial.
La coordinación de áreas de bienestar universitario en instituciones de educación superior.
Asesoría y consultoría a organismos e instituciones eclesiales, estatales, educativas, comunitarias, entre otras, en el desarrollo de políticas, planes, programas y proyectos orientados al desarrollo humano y sociocultural de individuos, comunidades en el ámbito local, regional y nacional.
Dirección de ONG’s que trabajan por el restablecimiento de los derechos y la construcción de condiciones de vida que dignifiquen a la persona y a las comunidades en condiciones de segregación y marginalidad política, económica, cultural, educativa y/o social.
Aporte social del Programa.
La situación (Terreno problémico) de la cual emerge nuestra propuesta, es la reducción que el pensamiento actual y la praxis social quieren hacer del aspecto religioso en general, de la moral en particular y de la fe cristiana en singular al ámbito individual de la persona. Por esto nos acogemos a la expresión derivada del documento de Aparecida (505) cuando afirma que:
La vida cristiana no se expresa solamente en las virtudes personales, sino también en las virtudes sociales y políticas”.
De allí que en un contexto de reconciliación (Pos-acuerdo) al que le está apostando nuestra nación, la reflexión teológica y la experiencia cristiana no se presentan como un camino de iluminación individual sino como un proyecto de “desarrollo humano integral” (Cfr. Benedicto XVI, 2009), “De todos los hombres y de todo el hombre” (Pablo ,1967). La condición social no es una dimensión más entre otras que, sumadas, configuran lo que llamamos ser humano, sino que es una condición “fundante” de la persona humana, es co-extensiva a la naturaleza del espíritu humano. De tal manera que de la concepción que se tenga de la persona humana se desprenderá la comprensión de su relacionalidad, de su vida social.