Reseña histórica del programa:
Antecedentes:
La forma en que se conciben los procesos ha evolucionado significativamente desde el inicio de la segunda década del siglo XXI. La cuarta revolución industrial está generando una transformación radical en las operaciones, servicios y sistemas de manufactura. La conectividad y la interacción digital entre los recursos de un proceso están impulsando la productividad, lo que se traduce en costos más bajos y una capacidad de respuesta elevada para satisfacer las demandas del mercado, tanto en términos de precio como de flexibilidad y agilidad.
Originado en Alemania por su gobierno y presentado por primera vez en la feria de Hannover en 2013, el concepto de la cuarta revolución industrial fue desarrollado por el World Economic Forum y Klaus Schwab. Su objetivo es modernizar las cadenas de valor a escala global para que los países, especialmente aquellos en vías de desarrollo, sean más competitivos.
La industria 4.0 representa la convergencia de tecnologías digitales, de la información y comunicaciones con la industria, y permite que las operaciones, procesos y dispositivos industriales sean inteligentes, interconectados y digitalmente integrados en un mismo entorno, con el propósito de obtener resultados organizacionales óptimos. En la actualidad la sociedad se encuentra inmersa en sistemas ciberfísicos, en los que el conocimiento, las decisiones y la información se gestionan a través de diversas interfaces de red, impulsados por los pilares de la industria 4.0: Big Data, internet de las cosas, realidad aumentada, impresión aditiva, simulación, drones, aprendizaje automático, nuevos materiales, computación en la nube, blockchain, ciberseguridad, entre otros.
Por otro lado, la economía colombiana, en su mayoría compuesta por micros y pequeñas empresas, aún opera en gran medida con métodos artesanales en sus operaciones y gestiones administrativas. Sin embargo, este enfoque tradicional contrasta con los desafíos de productividad del país, donde apenas alcanza un 25 % de la productividad promedio de una organización en Estados Unidos, según lo señalado por Annalisa Primi, miembro de la OCDE. Esta brecha en la productividad ha persistido durante las últimas dos décadas, con un promedio anual de crecimiento de todos los factores de la productividad de -0,42 %, según datos de "The Conference Board”.
Estos bajos niveles de productividad tienen múltiples fuentes internas, como la escasa adopción tecnológica, la falta de innovación, los limitados esfuerzos de investigación y la desconexión entre la estrategia y la operación, según lo indicado por el DNP en 2020. La pandemia ha exacerbado aún más estos problemas, amplificando los impactos negativos de la crisis y ralentizando la recuperación económica.
En respuesta a esta situación, empresarios y líderes de diversas operaciones están buscando oportunidades para modernizar tanto sus herramientas como su conocimiento. Según Confecámaras, las tecnologías asociadas a la Industria 4.0 representan una oportunidad para el país, ya que pueden facilitar el control de la pandemia y mitigar los efectos negativos del aislamiento en la actividad productiva. Además, según el informe "Industria 4.0: Transformación empresarial para la reactivación Económica", elaborado por esta entidad, el uso de diversas plataformas digitales ayudará a la reactivación económica mediante nuevas conexiones entre empresas y mercados, mayor flexibilidad y adaptabilidad en el sistema productivo, reducción de costos operativos y de comercialización, así como la segmentación personalizada de productos y servicios, para consolidar todas esta acciones en una mejor capacidad de respuesta.
El enfoque del programa se centra en impulsar el desarrollo de habilidades avanzadas en diseño, integración, análisis crítico e innovación para la modernización y automatización de procesos mediante el uso de tecnologías de vanguardia. Esto implica la aplicación y combinación de conocimientos especializados, herramientas tecnológicas avanzadas y la integración de soluciones digitales. Esta perspectiva se refleja en la estructura curricular y pedagógica de la especialización, por cuanto se emplean metodologías de aprendizaje activo y práctico orientadas a alcanzar los objetivos formativos y potenciar el desarrollo de competencias tecnológicas avanzadas.